sábado, 10 de julio de 2010

arteBA 2010

28/06/2010

Llegó el día de nuestra cita anual con el arte en los híbridos galpones de La Rural. La feria fue más corta este año en su duración, solo cinco días, y tengo también la impresión que lo fue en su intensidad. O quizás haya sido el Mundial que absorbe demasiadas energías.

En una visita a ArteBA se despliegan tres posibilidades fundamentales. Una es la del hallazgo, otra la del recorrido y la tercera la del encuentro. Cada una de estas posibilidades, de algún modo constituyen una radiografía de nuestro juicio estético y de sus modos. También hablan de nuestro particular estado de ánimo, pues el arte obliga siempre a una introspección. Funciona como lente para ver el mundo y también como espejo para el alma.

A cada uno de estas tres modalidades me referiré con un ejemplo a propósito de nuestra visita de este año.

El hallazgo, uno de los pocos realizados, se refiere a los fantásticos animales de Mariano Cornejo expuestos en la Galería Palatina. Se tratan de esculturas en madera talladas con una dureza geométrica que las acercan a una abstracción, pero sin que pierdan su fuerza figurativa. El perro es un perro, pero no lo es de un modo evidente. Esta idea es reforzada por el modo en que están pintadas, con colores decididos y motivos que le dan a la pieza un aire arcaico. A estos se suman unos deliciosos detalles como los plumajes de pájaros hechos con clavos o los intensos ojos de un perro que no son más que dos tuercas. Esas son las mascotas que decididamente yo permitiría en mi casa.


En lo que se refiere a los recorridos, quisiera referirme a un artista que seguimos desde hace ya algunos años y del que siempre lamentamos no haber comprado una obra cuando eran accesibles a nuestros bolsillos. Se trata de Juan Ranieri y sus entrañables “Entrañas de la metrópolis”, entre otras series. Sus cuadros reúnen todas las condiciones que hacen, a mi juicio, a un artista. Primero, la creación de un mundo; después, una expresión que tiene un carácter singular (estrictamente bidimensional en este caso) y, por último, una técnica impecable. A estas cualidades se suma una ironía finísima que produce una demoledora simpatía.

Su arte, además, cumple una misión redentora, como es la de poner en relieve cosas a las que en un principio le reservamos una mirada de desdén. Ciudades vistas desde los contrafrentes, villas miserias, circos olvidados, cárceles y buques repletos de containers aparecen a nuestro ojos con una poesía nueva. Estas realidades, dibujadas con precisión extrema, son repentinamente surcadas por finos equilibristas, improbables telesféricos y el júbilo de una ropa colgada que se
agita con una brisa suave que parece soplar desde el interior de la tela. La obra de Ranieri es del tipo cuya referencia enriquece el paisaje del diario acontecer.

Por último, dejamos el encuentro con alguien consagrado. Esta vez, como tantas otras, fue Raúl Russo el que me proporcionó, por sobre los demás, el placer de reconocer lo ya conocido, para permitir que el juicio se aquiete y dé lugar a la contemplación. La tela se llama Campo naranja, de 1969, y el título refiere al color que predomina a partir de un cielo inaudito. Bajo el mismo, poblado por la solitaria presencia de una nube rosa, se disponen elementos que esbozan la presencia de un paisaje sometido a una sugestiva abstracción.

Un hallazgo de algo nuevo a nuestros ojos, la alegría de observar un recorrido que se afirma a través del tiempo y el encuentro con alguien que conocemos pero que siempre nos sorprende. No mucho más, pero tampoco menos. Arte Ba 2010.

10 comentarios:

S. U dijo...

¿UN perro con ojos de clavo?
Ah!... yo crei que tenías mascotas.

Saludos

Estrella dijo...

Siempre interesante tu manera de mirar. Yo tomo nota, como una buena alumna.

La herida de Paris dijo...

Angie, podría decir que con cinco hijos no hay mucho lugar para mascotas, pero la verdad es que no me gustan los animales.

Estrella, gracias y con respecto a Ranieri toma nota por que es un artista excelente.

Saludos.

S. U dijo...

Ah, es una casa superpoblada. Sí, tengo una flia amiga que eran 7 , 5 hnas y 2 hnos y todo era medio caótico.

Mari Pops dijo...

la distancia me lo impide
Pero en las ultimas semanas estuve en algunos museos muy interesantes y en la casa de Dali en Port Lligat

que bien escrito el post Opi, bah como siempre

saludos

La herida de Paris dijo...

La distancia que te impide ciertas cosas, es la cercanía que te permite otras, al parecer mas que intereantes.

Saludos.

Magda dijo...

Gracias por compartir la visita con nosotros, muy didáctica. ¿Se puede acceder a las imágenes por alguna web? Me ha entrado mucha curiosidad ver las obras de las que has hablado.

En concreto, como son las cosas, una de ellas, pues estos días estoy trabajando en un cuadro que tiene el cielo de color anaranjado.

Un abrazo :)

María dijo...

Magda: te paso el link de ArteBA 2010: www.arteba.org
Si buscás en “Expositores”, y luego “Galerías”, te aparece a la derecha una lista, clickeá en “Palatina” y ahí te aparece el cuadro de Russo, Campo naranja.
Espero que te sirva!

Además, para el que le interese, la página de Juan Ranieri es: www.juanranieri.com

Juan Ranieri dijo...

Gracias por transmitir de esa manera tu impresion acerca de mi trabajo.
No podria haber mejor estimulo.

La herida de Paris dijo...

Juan: ¿Cómo llegaste hasta acá?. Tu visita nos conmueve de un modo muy particular, por que hace muchos años que con María, mi mujer, seguimos y nos deleitamos con tu obra.

Gracias por pasar por acá y seguimos ahorrando...

Saludos.