sábado, 29 de mayo de 2010

Jaspers Johns

Yo quiero a mi bandera
Planchadita, planchadita, planchadita

Sumo


Una de las claves de la pintura es la elección del motivo. Al menos lo fue durante siglos en los cuales la pintura fue la encargada de reproducir la realidad. Lo hizo con fines celebratorios, conmemorativos y en muchos casos pedagógicos. Los objetos fueron primero religiosos, luego civiles, por último naturales. La Madonna primero, luego el señor del lugar, mas tarde el paisaje. Cimabue, Tiziano, Cezanne, por hacer nombres.

Cuando apareció un instrumento capaz de cumplir con esta función con mayor exactitud, la pintura lentamente se fue corriendo hacia la abstracción. Con la desaparición del objeto a representar,se replegó sobre sí misma. La pintura fue así solamente pintura. Forma, color, Kandinsky, Mondriaan.

La representación y la abstracción se configuran en dos polos, pero entre ellos se libera un territorio fértil de posiciones intermedias. La representación objetiva de algo que tuviera más contenido simbólico que real fue uno de ellos.

Una bandera es una bandera, pero es siempre más que una bandera: es lo que ella representa. Su función no es tanto ser ella misma, sino más bien significar otra cosa. Su origen tiene, como tantas realidades, una raíz militar: la distinción en el campo de batalla. Perder las banderas era perder la batalla, en su faz simbólica y en su faz práctica. Sin la bandera la confusión reina.


También la bandera significó una descendencia, una casa, una sangre, en definitiva. Y próximo a esta idea y por extensión de la misma, un feudo, una comunidad y también una ciudad, un territorio. La bandera es una marca, una señal que indica una última instancia, una pasión de pertenencia. Los hombres sin banderas seríamos seres errantes y distantes sumidos en una tétrica apatía.

Las banderas de Jaspers Johns no flamean orgullosas al viento, sino que permanecen rígidas sin que un pliegue evidencie que las habita el aire, que es huella del espíritu. Su secreto está en la densidad de su materia, fundida en la cera del incausto, con un esfuerzo que se muestra arduo. De cerca no ocultan la violencia de sus grumos y su color permite ver en transparencia su corazón compuesto de vestigios de diarios hechos jirones.

La bandera es entonces una voz que se impone a otras voces. Las unifica en un discurso que las somete hasta reducirlo todo a susurros. Las banderas de Jaspers Johns están lejos de ser una tenue alegoría de la patria, son una maquinaria que se impone a la realidad inspirando incluso temor. Ellas enseñan a desconfiar de las otras que pasean su orgullo ondulante desde un mástil. Desenmascaran a las que habitan “alta en el cielo” en el país de elevadas águilas, y nos invitan a ensayar un vuelo rastrero para gustar la imperfecta belleza que la realidad tiene vista de cerca.

Son las otras banderas terrenales.

21 comentarios:

S. U dijo...

Decime si el dato que tengo está bien. Nuestra bandera fue creada por Belgrano, que se inspiró en el manto de la Vírgen del Cármen.

Saludos

Estrella dijo...

Justo estoy leyendo una nota sobre "Alta en el cielo", iniciativa al mando de Julio Vacaflor, en Rosario. Es la que desfiló en estas fiestas, la bandera más larga, que se hizo uniendo retazos llegados desde todos los puntos del país, hasta de las zonas más impensadas.
La carga de significado que adquieren esos colores es impresionante: bandera que fue ideada, elaborada, cosida en el Monumento de Rosario por mujeres voluntarias, unidad, hermandad, voluntad.
Mi bandera: título de composición de escuela primaria. Y mucho más.

Bueno, nada que ver con Jaspers Johns, pero sí con la bandera.

La herida de Paris dijo...

Es una de las teorías, ya que Belgrano era uno de los pocos hombres de Mayo que era católico. De todos modos parece mas seguro que su inspiración dependiera de sus tendencias monárquicas, ya que el celeste y blanco era el color de los borbones de España.
Siempre recuerdo como me llamó la atención cuando vi los retratos de la familia Real de Goya en el Prado, allá lejos y hace tiempo.

La herida de Paris dijo...

Estrella, todo que ver con las fantásticas banderas de J.J.

Precisamente, lo que quise decir es que hay muchos modos de "ser bandera" y todos son formas válidas de referirse a esa idea algo confusa, pero tan real, que llamamos patria. Y que tanto nos movilizó estos días.

Saludos

S. U dijo...

Sí, los Borbones. Pero a mí siempre me simpatizó la idea del Principe Inca de Belgrano.

saludos

Cristal dijo...

¿Y qué opinión te merecen —en contraste con las de Johns— las banderas de Bertani?

http://www.ernestobertani.com.ar/coleccion_1.html

Estrella dijo...

Qué buena pregunta la de Martín. Opi, a ver a ver...

La herida de Paris dijo...

Bertani es de esos que cuando veo una obra de él, me da verguenza dibujar. Un monstruo.

Las banderas no las vi en vivo, con lo cual es difícil opinar. En agosto se anuncia en la página una muestra, así que iré, y si se me ocurre algo medianamente inteligente que decir, escribiré.

De todos modos, a piori, me parece que la cantidad de lecturas que se pueden hacer sobre las de Jaspers (yo intenté sólo una), me parece difícil de superar.

Saludos.

S. U dijo...

jaspers...
No habia un ffo que se llamaba jaspers?!:::

La condesa sangrienta dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
La condesa sangrienta dijo...

La bandera, nuestra bandera, ha sido motivo de discusión estas semanas por considerar unos que sólo era una falsa representación de patriotismo, o por considerarlas otros una afrenta al asociar el uso que la dictadura hizo de ella.

Se llega a la abstracción después de un proceso que debe partir de la representación fiel (no creo en los monos con pincel pintando cuadros).
La bandera como símbolo, tendrá que ver, me parece, con la representación que cada uno tiene de patria.
Para muchos será una bandera/objeto como las de Johns que, sin comprometer demasiado el sentido de pertenencia, tienen su propio mérito como hecho artístico. PopArt.

(no sé si me expliqué bien, creo que me enredé con la bandera jajj)

La herida de Paris dijo...

Angie. Si pero no creo que sean primos. Es curioso que john(s) suena mas a nombre y Jaspers a apellido, como en realidad es en el caso de Karl, el filósofo.

Saludos

La herida de Paris dijo...

Tenés razón Condesa los simbolos son envases vacíos y cada sociedad (y cada individuo)lo llena de sentido, como mejor puede.

Creo que nosotros hemos sacralizado la bandera en un modo algo excesivo y en cierto sentido equivocado, pero en fin da para mucho el tema.

En las banderas de J.J., por otro lado, hay un aspecto importante de crítica, sobre todo si pensamos en el contexto de macartismo en que fueron producidas. Son también un objeto "político".

Saludos.

S. U dijo...

Sí, yo cuando pasaron el Himno el 25 a las oo.oo lloré como una loca.

Totalmente de acuerdo con Condesa y Herida.

Rob K dijo...

Muy, muy interesante y enriquecedor para mí, como de costumbre, leer su artículo. No tengo conocimientos para comentar, sólo aprendo. En cuanto a Jasper (sin "s") es nombre de pila, traducido es Gaspar. Y me tomo el atrevimiento de agregar a las menciones las banderas fluorescentes del argentino Sergio Avello, fallecido hace muy poco.

http://www.google.com.ar/imgres?imgurl=http://www.avello.com.ar/BanderaAvello.gif&imgrefurl=http://www.avello.com.ar/luminicas%2520banderas.htm&usg=__Q1ONElVwaw1dkTsT8eoSTg7TKEw=&h=407&w=628&sz=437&hl=es&start=16&um=1&itbs=1&tbnid=1WroaXo69ymxEM:&tbnh=89&tbnw=137&prev=/images%3Fq%3Dsergio%2Bavello%26um%3D1%26hl%3Des%26sa%3DN%26tbs%3Disch:1

La herida de Paris dijo...

Si, las banderas luminosas de Avello están muy buenas y son otra mirada interesante al tema, en cierto sentido una metáfora opuesta a la de Johns.
Casualmente el otro día me enteré que había muerto leyendo un blog de no me acuerdo quien. En fin, una pena, que Dios lo tenga en su Gloria.

Saludos.

S. U dijo...

Salió en Ñ.

Mari Pops dijo...

excelente
me encanta leer tus posts Opi. Siempre aprendo y me haces pensar
gracias

La herida de Paris dijo...

Gracias Mary, a mi me encanta pensar con los demás.

Saludos.

Magda dijo...

Interesante pensar en las banderas como la abastracción de un país.

El otro día, tomando apuntes del Festival de Eurovisión, dibujé más de 20 banderas de los países concursantes, y encontré muy curioso que el color más común fuera el rojo.

La herida de Paris dijo...

Magda tu comentario me hace acordar a un cuento que cuenta mi padre del arq. Prebisch, que luego de soportar un largo elogio a nuestra bandera por parte de un entusiasta militar, le dijo: "todo lo que quiera General, pero ¡que aburridas que son las banderas que no tienen colorado!".

El criterio estético primó por sobre el amor a los símbolos patrios.

Saludos.